COMO DORMIR BIEN Y TENER MEJOR SEXO


Aveces la fatiga es producto de una noche de poco descanso, cuando las horas de sueño pendientes se reponen el cuerpo queda como nuevo. Pero, ¿qué pasa cuando esto no es suficiente?

 Desde lo que puede parecer algo común, los ronquidos, el insomnio, la apnea del sueño y otros desórdenes que se presentan a la hora de dormir, todo puede repercutir en el deterioro de la sexualidad. 

Estos desarreglos tienen consecuencias en el día a día; los cambios de humor, dificultad al momento de concentrarse, baja producción laboral y accidentes de varios tipos son unas de ellas.


TRASTORNOS COMUNES:
Ronquidos:
Quienes roncan fuertemente tienen el doble de probabilidades de estar insatisfechos con su vida sexual. En Minnesota, Estados Unidos, la Clínica Mayo ha revelado un estudio que demuestra que los ronquidos pueden romper las parejas, añadiendo distancia física y psicológica, a veces se convierte en algo literal porque “nuestra cama” se convierte en “mi cama” y cada quien se acomoda en su propio lecho. Para combatir los ronquidos se recomienda visitar al médico, así la vitalidad sexual se protegerá.

Apnea del sueño: 
Se presenta cuando el individuo deja de respirar por varios segundos cuando duerme, esto resulta en poca oxigenación del organismo, lo que puede producir problemas de erección.


¿COMO SOLUCIONARLO?
Desde el momento en el que la pareja mencione las palabras “estás roncando” hay que correr a chequearse con un experto o mirar hacia medicinas alternativas eficaces.

El doctor Cohen, de la Clínica Mayo, explica que la clave para dejar a un lado estos problemas es la constancia; seguir el tratamiento y culminarlo es la clave para recuperar el control del sueño y ver cómo el apetito y desenvolvimiento sexual se recuperan. 

DORMIR ACOMPAÑADO AYUDA:
Luego de resolver los  problemas al momento de dormir en pareja, todo empezará a mejorar. Varios estudios demuestran que compartir el lecho con alguien permite un mejor descanso y por ende, mejora la salud, lo que repercutirá directamente en el estado de la sexualidad. 

Pero, ojo, la idea no es meter a cualquiera en la cama o andar de colchón en colchón; el resultado será positivo sólo cuando se tiene buena relación con el acompañante, pero si se discute antes de la hora de dormir, se pierde esta posibilidad. Aunque dormir acompañado podría no ser muy cómodo, proporciona sensación de seguridad, lo que disminuye los niveles de cortisol (la hormona del estrés) y estimula la oxitocina (conocida coloquialmente como la hormona del amor).

La forma en la que se desarrollan las cosas en la habitación pueden ser un reflejo de cómo se encuentra la relación. Alejandro Luján, médico especialista en trastornos de sueño, explica, en la página web de La Hora, que “la habitación es un territorio íntimo en el que se revelan muchas de las dinámicas de la relación”. Luján explica que desde las peleas por la sábana hasta la conducta al despertar proporciona información sobre “la fortaleza de su vida íntima, su capacidad para el compromiso o incluso su tendencia a priorizar sus necesidades sobre las tuyas”. La posición en la que duermen brinda datos importantes para determinar la fortaleza y salud de la relación. Si desde un momento usted empezó a darle la espalda a su pareja es muy probable que se esté alejando de una u otra forma, si es algo que acostumbran y es su forma de dormir habitual, entonces significa que son personas independientes y que no necesitan estar amorochados para ser felices. Cuando duermen cara a cara se crea una especie de círculo cerrado que indica que se sienten  cómodos y conformes con cada aspecto de la relación.

Pero si usted es de los que no puede “pegar el ojo” sin estar en contacto con alguna parte del cuerpo de su cónyuge es sinónimo de la vitalidad de su amor, sin embargo, si esto pasa con mayor frecuencia últimamente significa que han estado alejados y que las situaciones han sido resueltas, el amor sigue
intacto y quieren reconectarse.

Para descansar más Si el problema no son los ronquidos o cualquier otro trastorno del sueño, sino la falta de reposo y el cansancio y piensa que ya ha hecho todo lo posible para recuperar esas preciadas horas de descanso, aquí le presentamos unas cuantas soluciones sencillas: 

- Reserve su cama exclusivamente para dormir y conductas sexuales; no realice otras actividades, así la cama se convierte en sinónimo de dormir.

- No consumir bebidas como café, refrescos o que contengan azúcar ni fumar cigarrillos en los 90 minutos previos al momento de acostarse porque estos productos son estimulantes del sistema nervioso central y dificultan la conciliación del sueño.


- Ya que el cerebro está programado para activarse con la luz –ya sea natural o artificial‒ al caer la noche y es recomendable bajar la intensidad de la luz, de esta forma se condiciona al cuerpo para dormir.

- No ver televisión –o usar la computadora‒ porque la luminosidad de la pantalla el cerebro envíe señales al cuerpo diciendo “es de día”.

- Tampoco se recomienda hacer ejercicios antes de ir a la cama porque esta actividad libera en el organismo sustancias que lo mantienen en vigilia.

- Practique técnicas de relajación, ya sean ejercicios de respiración o yoga, estas actividades le ayudarán a dejar a un lado las tensiones acumuladas durante el día.

LLEGARON LOS HIJOS:
Si con la llegada de los niños la vida sexual salió por la puerta principal, es porque las horas de descanso no están bien establecidas, pero no es algo imposible, con dedicación y trabajo en equipo es posible recuperar el sexo y descanso perdido.

Quizás lo más importante es establecer un espacio propio para los niños y una rutina antes de dormir, pueden hacer tres o cuatro cosas que los ayuden a relajarse y repetirlas cada día, ya sea tomar un baño, leer, rezar, lo que se adapte mejor a cada familia.

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